El género de "bodegón" o naturaleza muerta se populariza a partir del siglo XVII en el Barroco, de la mano del pintor Caravaggio (aunque ya se representaban objetos inanimados en el arte desde mucho tiempo antes, por ejemplo, en la antigüedad grecorromana).
El término "Vanitas" se utiliza para designar un subgénero dentro de la naturaleza muerta, que apunta a destacar la fugacidad de la vida y los placeres terrenales: más allá del poder o dinero que se posea, la idea es que todos somos iguales ante la muerte.
En el Barroco aparecen representadas en el arte diversas características vinculadas al poder de las personas. Era común apreciar el detalle en la representación de las ropas que llevaban obispos, caballeros, reyes, etcétera; también en sus joyas, y otros símbolos de su rol en la sociedad (armas, mitras, cetros, cruces, y demás atributos).
Sin embargo, quizás como un intento de hacer tomar conciencia a la sociedad, o bien de adoctrinarla, comienzan a surgir obras artísticas que se plantean el significado de las riquezas y el poder que se tuvo en vida, en contraposición a la inevitabilidad de la muerte. Es así como, mediante diversas alegorías, se remarcan conceptos o reflexiones morales con respecto al balance entre la vida y la muerte, también en relación con la recompensa en el más allá. Alegorías que continuarán apareciendo en siglos posteriores.
En el siglo XVII, estos recursos no sólo eran utilizados por la Iglesia (como en épocas anteriores) sino también por aquellos políticos e ideólogos diversos que pretendían atraer a una gran cantidad de público.
Esto a su vez se relaciona con el intento del cristianismo de atraer a las masas, a partir de la Reforma Luterana, y la consecuente Contrarreforma católica, que apuntó a destacar la unión con Dios.
En el subgénero de Vanitas se observan varios elementos alegóricos que apuntan a inculcar ideas relacionadas con los placeres y sacrificios terrenales, la austeridad, etcétera. El más recurrente es el de la calavera humana o esqueleto como alegoría de la muerte, aunque también encontramos flores, pompas de jabón, (alegorizando la brevedad de la vida, la juventud y la belleza) relojes que simbolizan el paso del tiempo, y diversos objetos que aluden a lo terrenal: joyas, dinero, cartas de juego (placeres) globos terráqueos, libros (ciencia), etcétera.
Algunos ejemplos:
Algunos ejemplos:
Phillippe de Champaigne: "Naturaleza muerta con calavera". Siglo XVII.
Juan de Valdés Leal: "Finis Gloriae Mundi". 1671-1672.
Juan de Valdés Leal: "El triunfo de la Muerte". 1670-1675.
Antonio de Pereda: "El sueño del caballero" o "Desengaño de la vida". 1645-1650.
*By Bloody Kisses.
Bibliografía:- Berger, J. y otros, Modos de Ver. Gustavo Gili, Barcelona, 2005.
- Maravall, J., La cultura del Barroco. Seix y Barral Hnos, Barcelona, 1980.
-Friedlaender, W., De David a Delacroix. Alianza editorial, Madrid, 1989.
- Brown, J., Imágenes e ideas en la pintura española del siglo XVII. Alianza Editorial, Madrid, 1980.
- Ranum, Orest, Historia de la vida privada. Grupo Santillana Ediciones, Madrid, 2001.